¿Cómo están? Mi nombre es María L y quiero compartir mi historia con ustedes.
Durante años, trabajé en relación de dependencia, al mismo tiempo que estudiaba. En determinado momento y por razones personales, tuve que considerar la posibilidad de trabajar en casa, aunque sin dejar mis estudios. Había oído ya de la nueva modalidad de Teletrabajo. Como siempre tuve que usar una computadora en todos los puestos anteriores, no me parecía extraño tener que usar mi propia computadora para la labor diaria. Pero había una gran diferencia: ahora, el trabajo era en casa. No más levantarse temprano para no llegar tarde. No más decir "Buenos días" a mis compañeros. No más almuerzos en compañía de ellos. En fin, un gran cambio y una cierta nostalgia. Ahora, era mi propio jefe y debía organizarme. Aun así, no tuve opción y comencé a intentarlo, a regañadientes.
AL PRINCIPIO, UNA VERDADERA ODISEA
Fue muy difícil. Horas y horas buscando por toda la Red a ver qué posibilidades brindaba este nuevo modo de ganarse la vida. Con una gran dosis de paciencia (cabe aclararles que la paciencia no es mi mayor virtud), poniendo avisos en muchos sitios, conseguí que me contactaran para brindar mis servicios como traductora, aunque todavía no terminaba la carrera. Seguí intentando, con mucho esfuerzo, agregar clientes a mi lista porque necesitaba dinero para solventar los gastos de la casa y de aquello que me había obligado a teletrabajar.
LOS RESULTADOS
A pesar de mi constancia, esfuerzo y dedicación, no conseguí todo lo que necesitaba. No diré que no sirvió porque pude salir adelante. Pero siempre debí seguir activa y alerta, sin la comodidad del trabajo de oficina, en el que todo está previsto, con su horario fijo, su trabajo preestablecido y la seguridad de la remuneración segura al final del mes.
Mi experiencia en el teletrabajo lleva ya más de tres años. He tenido que "arañar" un poquito mis ahorros para poder seguir adelante. Es decir: mucho esfuerzo y poco dinero.
En un momento dado, hace más o menos 8 o 10 meses, comencé a escuchar que Internet brindaba una posibilidad de ganar dinero leyendo publicidad y visitando sitios web. Me sentí un poco excéptica al respecto, así que hice oídos sordos y dejé pasar los días. Craso error.
Hace un mes, decidí intentarlo y me puse a investigar para ver de qué se trataba. Intuitivamente, al principio, me registré en el primer sitio. Lo que pagaban era irrisorio. Después, un sitio me llevó a otro y descrubrí que había ¡miles de sitios por el estilo! Algunos pagaban por leer e-mails, visitar sitios; otros, por registrarse en ellos, hacer compras, etc.
LOS FAMOSOS REFERIDOS
Lo que todos tenían en común eran los famosos referidos. Es decir, aquellas personas a las que invitamos a unirse a nuestra red y por quienes nos pagarán y a las que les pagarán por hacer lo mismo que nosotros. A su vez, si ellos consiguen referidos, les pagarán por ellos y éstos últimos recibirán también su pago.
LA GRAN CADENA
Es decir: se forma una cadena infinita que beneficia a todos y a cada uno de sus integrantes.
Como idea, es perfecta. Cuántos más referidos, más dinero obtenemos, pero no es tan fácil conseguir referidos como parece. Hay que invitar a amigos y conocidos y no todos están dispuestos a invertir tiempo en la red para ganar centavos por leer publicidad. Y algunos sitios proponen comprar referidos, que supone una buena inversión. Si uno recién empieza, como es mi caso, sencillamente no puede. De más está decir que el spam está terminantemente prohibido y es bueno ver que todos los sitios serios respetan esta regla.
A NO DESALENTARSE
En mi caso en particular, no todos mis amigos y conocidos están dispuestos a responder a mi invitación. Lo sé porque los conozco. Pero hay otras formas.
PONER ANUNCIOS
Existen infinidad de sitios de anuncios gratis para promocionarnos y conseguir gente que se una a nuestra cadena. De esta manera, yo conseguí referidos. Aun así, no creo que debamos depender de unos cuantos avisos. El objetivo final de esto es ganar dinero, no hacer referidos, a pesar de que es muy cierto que se gana muchísimo más.
LA PACIENCIA ES UNA VIRTUD...
...de la cual carezco por naturaleza. Pero hace tres años, tuve que ser paciente y ponerme de lleno a conseguir trabajo. Y ahora, en esta nueva forma de obtener dinero, la paciencia es mi aliada. Fui registrándome en diferentes sitios y después de sólo un mes llevo ganados en cada uno unos cuantos euros y unos cuantos dólares. De alguna manera, también es una "Gran cadena" que si bien no nos da dinero de hoy para mañana, con paciencia, con la consabida paciencia, nos ofrece un centavo tras otro y el placer de ver que nuestras ganancias se incrementan día a día.
ANSIOSOS, ABSTENERSE
Y se los dice la ansiosa número uno del planeta. Tienen que dejar la ansiedad a un lado si quieren tener éxito. Por lo menos, háganse de paciencia cuando estén sentados frente a la PC y se pongan de lleno en contacto con esta posibilidad de ganar dinero. El resto del día, permítanse volver a su antigua etiqueta de "Ansioso/a".
ALMA DE COLECCIONISTA
¿Alguna vez coleccionaron algo? Si es así, no dejaron de asombrarse al ver cómo día a día se incrementaba esa colección. Pero, ¿fue de un día para el otro? Seguramente que no. Las colecciones llevan años y en muchos casos, toda una vida. Y la paciencia vuelve a ser la protagonista de esta historia.
Como dije, no soy persona de paciencia, pero siempre me gustó coleccionar cosas, no para venderlas algún día u otorgarles un valor. Sólo porque tengo "alma de coleccionista". Guardo todo lo que me gusta. Y esto de coleccionar resulta, de algún modo, una forma de "ahorro". Uno va viendo cómo la colección crece y crece.
Curiosamente, en esto de coleccionar, mi paciencia no juega un papel importante sencillamente porque no presto atención a cuántos objetos tengo en determinada colección. Simplemente, los voy juntando. Y me olvido de que están ahí.
Ésta es la forma de abordar esta actividad en la Red. Olvidándonos de lo que llevamos ganado. Simplemente, seguir, seguir y seguir.
UN CENTAVO TRAS OTRO - UNA HISTORIA PARALELA
En mayo de 2006, encontré a Shaki, una perra labradora, que andaba por la calle perdida y atribulada. Me siguió y ambas nos encontramos aquel día.
No voy a contar aquí la historia de Shaki, que es un relato que merece un párrafo aparte. Sólo quiero rescatar un detalle que tiene relación con este tema de ganar dinero y de la paciencia.
Shaki, como todo perro, tiene un excelente olfato. Pero el de ella parece ser prodigioso. En nuestros paseos diarios, lleva olfateado cada milímetro de cada cuadra por la que hemos caminado juntas. Un día, Shaki se acercó a un arbolito para olfatear la tierra húmeda a su alrededor y mientras la observaba, vi que algo brillaba: una monedita de 10 centavos, a la que Shaki, por supuesto, también le "echó un vistazo con su hocico". A partir de ese momento, parece que "olfatea el dinero" y siempre me lleva hacia las monedas caídas por la calle. En infinidad de oportunidades, gracias a ella, encontré no sólo monedas, sino también billetes.
Una vez, encontré $ 5; otra, $ 20 y el gran encuentro fue un billete de $ 100! Tanto monedas como billetes pasaron por el preciso escaneo olfativo de Shaki. De no haber sido por ella, no los hubiera visto.
En una cajita, fui guardando cada moneda y billete desde aquel momento y, créase o no, hoy tengo la suma $ 195,75.
¿Qué les quiero decir con esto? Que con un centavo tras otro, miren a lo que se llega. Y creo que ésta es la filosofía que se debe adoptar en esto de ganar dinero a través de Internet. Un centavo tras otro y llega el momento en que, si contamos con paciencia, las cuentas suben y suben.
LA CONSTANCIA
¿No les hablé de la constancia? Entonces, lo hago ahora. Porque esa es otra de las condiciones para que esto se ponga en marcha. Si se descorazonan dentro de tres días, no sirve. Tienen que seguir adelante y seguro que lo van a lograr. Recuerden: centavo tras centavo, llegué a los $ 195,75 gracias a Shaki, claro, pero casi sin darme cuenta. Y ahora, gracias a mi paciencia y a mi constancia, sé que voy a llegar a mi primer pago. Y a ustedes les sucederá lo mismo.
PALABRAS FINALES
Antes que nada y volviendo a la ansiedad, no crean que esto se trata de conseguir dinero de un día para otro. Y aunque parece "dinero fácil", no lo es. Cuesta un poquito todos los días, pero se llega. Yo no lo creía y aquí estoy, frente a mi PC, cliqueando banners, leyendo e-mails y visitando sitios, minuto a minuto, día tras día.
En esta página, verán una serie de banners o enlaces. Con sólo un click, accederán a los sitios que les sugiero. Algunos, están en inglés. Pero pueden acceder de todos modos. Si tienen algún problema, puedo ayudarlos. ¡Que el idioma no los limite!
Antes de registrarse, no dejen de leer las FAQ (las preguntas frecuentes) porque ahí van a sacarse muchas dudas. También les aconsejo leer lo que el sitio tiene para ofrecer. Algunos, por sólo registrarse, les ponen en su cuenta una determinada cantidad que varía según el sitio. Es bueno arrancar con algún dinero ya ganado. Es un aliciente.
No creo que se arrepientan. Les aseguro que cuando uno ve que la cuenta va subiendo, no quiere detenerse.
Prueben y después me cuentan. Me gustaría recibir comentarios sobre cómo van. Y ante cualquier duda, no dejen de contactarme.
María L
